Si cocinas con papel de aluminio tienes que detenerte ahora mismo, aquí las razones!

Cuando preparamos una comida en el horno, ya sea pescado, verdura o carne, solemos envolver los alimentos en papel de aluminio.
Este gesto, que se ha convertido en algo de lo más cotidiano a la hora de cocinar, tiene su lógica, y es que el aluminio resiste perfectamente las altas temperaturas ya que transfiere muy poco calor por su baja masa.


Por esta razón, cuando sacamos la comida del horno, el papel puede manipularse fácilmente sin peligro a quemarnos. Sin embargo, parte de este aluminio podría filtrarse en nuestro plato y acabar perjudicando gravemente nuestra salud, según afirma un estudio publicado en el International Journal of Electrochemical Science.
No cabe duda de que el aluminio se ha convertido en el principal material del que se componen la gran mayoría de los utensilios de cocina en la actualidad, sustituyendo al cobre debido a su bajo coste de producción en masa y a su facilidad de limpieza.
No hay nada de malo en utilizar cubiertos, ollas o sartenes de aluminio. El problema surge cuando se coloca papel de aluminio sobre los alimentos (especialmente con los ácidos o los picantes), y se introduce en el horno a altas temperaturas.

El aluminio tiene un efecto negativo sobre la función del cerebro, ya que es un metal pesado neurotóxico. Además, este metal se ha relacionado con el mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, y la exposición a este metal lleva a una disminución mental.
Los expertos también han descubierto que este metal causa pérdida de equilibrio, memoria, coordinación y control corporal. Los investigadores han confirmado que la cocción con papel de aluminio podría llevar a trastornos óseos, ya que el aluminio podría acumularse en los huesos, sacar el calcio y causar una deficiencia de este mineral.

Los expertos también sostienen que la cocción con papel de aluminio está relacionada con el aumento del riesgo de fibrosis pulmonar y numerosos trastornos respiratorios, ya que la inhalación de partículas de aluminio conduce a afecciones respiratorias.
La hoja deja pedazos de este metal en el alimento cuando se expone a las altas temperaturas. Por otra parte, si usted condimenta la comida o agrega la sal, usted podría provocar la lixiviación del metal.
El Dr. Essam Zubaidy, investigador de ingeniería química de la American University of Sharjah, también advierte sobre el uso del papel de aluminio en la cocina, especialmente en el caso de algunos vegetales, como los tomates, los zumos de cítricos y las especias.

Examinó los efectos del aluminio sobre la cocina y encontró que los alimentos que se han cocinado con papel de aluminio podrían contener incluso 400 mg del metal, y la cantidad diaria recomendada de este metal, según la Organización Mundial de la salud es 60 mg.
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Teniendo en cuenta todos estos riesgos, es importante controlar la concentración de aluminio utilizado cuando se cocina. Las ollas y otros utensilios de cocina tienden a oxidarse, proporcionando una capa inerte que evita que el aluminio llegue a filtrarse en los alimentos.
Para evitar que esta capa llegue a desgastarse, es muy importante conservar una oxidación natural en los utensilios, limpiándolos a conciencia con agua caliente. De hecho, cuanto más mate aparezca una olla o una sartén, mejor protegerá las condiciones del alimento.

Mejor no cocinar con papel de aluminio a altas temperaturas


Pero cocinar los alimentos en papel de aluminio es otra historia; éste, al ser desechable no podrá crear esa capa de protección inerte antes de usarlo.
Además, el aluminio es más propenso a filtrarse a temperaturas altas y en alimentos que se encuentran en soluciones ácidas o en líquidos como el limón o el jugo de tomate (agentes agresivos que terminan disolviendo las láminas de aluminio) que en aquellos que contienen alcohol o sal del aluminio.
Como alternativa al papel de aluminio, se recomienda el uso de material de vidrio o porcelana para preparar una comida en el horno. Por otra parte, a la hora de conservar los alimentos en frío, es seguro envolverlos con el papel Albal de toda la vida, siempre y cuando no sea por largos períodos de tiempo.