Vivir de nostalgias puntuales enriquece e inspira, pero sobrevivir de forma perpetua del recuerdo y lo que dejaste ir, lejos de permitirte crecer, te encalla y erosiona como esas rocas embestidas una y otra vez por el dolor del oleaje. Lo que no dejas ir, lo cargas. Lo que cargas, te pesa. Y lo que te pesa, te hunde. Practica el arte de: Soltar, perdonar y dejar ir.
Deja ir lo que te duele
Me he dado cuenta que dejar ir algunas cosas no es darse por vencido, no es un acto de debilidad como algunos creen, dejar ir algo que no te conviene o te hace daño es de fuerte, porque dejar algo que quieres o alguna vez quisiste mucho es difícil. Hay cosas que al final no nos convienen.
A lo largo de la vida hemos tenido que dejar muchas cosas atrás, nos hemos desprendido de personas, de costumbres y de un estilo de vida que nos hacía daño. Deja todo aquello que no te hace bien para que el día de mañana puedas tener un presente más auténtico y más feliz.
Dejar ir, en realidad, forma parte de nuestra diario vivir, mientras más avanzamos y más pasos damos, nos alejamos de aquello que no es para nosotros, avanzar significa descalzarnos de lo que no puede ser, de lo que hace daño, de lo que encaja en los engranajes de nuestra felicidad.
Libérate, avanza, sonríe a la vida y disfruta de lo vivido como aquel que disfruta de un tesoro preciado.
En ocasiones, aquello que dejamos ir en su momento fue algo especial en lo que confiamos mucho y nos hizo muy feliz. Eso nos dio alegría, amor, paz y esperanza pero con el tiempo nos provocó otros sentimientos como desinterés, dolor y sufrimiento.
Lo que fue bueno en su momento de pronto puede dejar de hacerte bien. Aquel que dijo una vez quererte, puede dejar de hacerlo día a día un poco más, como quien va arrancando los pétalos de una rosa, hasta dejarte sin nada.
Aprende a dejar lo que te pesa para que tengas felicidad
No te aferres al pasado, no te agobies por lo que hiciste, camina hacia adelante y deja todo aquello que es una carga para ti. No esclavices tus sentimientos, pensamientos, corazón y alma. El ayer no se puede borrar, ni editar, ni aun menos olvidar. Pero si podemos aceptar lo que hicimos y superar cada error.
Vive la vida, prueba, toca, inicia de nuevo, arriésgate, cáete, levántate pero nunca dejes de avanzar.
Todo aquello que te hizo daño tendrá sentido y te darás cuenta que eso que alguna vez fue una carga te definirá y mañana será la puerta que te traerá cosas muchos mejores, porque recuerda… TODO OCURRE POR ALGUNA RAZÓN.
Aprender a dejar ir te traerá la felicidad
Quien se aferra al pasado esclaviza sus pensamientos, su mente, su corazón y su alma. El ayer no se puede borrar, ni editar,ni aún menos olvidar. Tampoco podemos cambiar a las personas, ni obligarlos a querernos como nosotros desearíamos… Hay aspectos de nuestra vida que para superarlos, primero hay que aceptarlos.
Amar es también aprender a dejar ir, porque es casi siempre el amor quien mayor sufrimiento nos ocasiona. Solo cuando aceptamos lo que no puede ser nos permitimos ser libres para encontrar nuevas felicidades.
Dejar ir es dejar llegar, porque nadie viene a este mundo sabiéndolo todo, ni trayendo consigo el manual de las decisiones perfectas, esas que están exentas de error. Vivir es probar, tocar, iniciar, arriesgarse y también equivocarse, de ahí, que debamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- No te enfades, no llenes tu corazón con la ira ni tu mente con el rencor. Dejar ir es un arte que debe hacerse de forma pacífica y sin rabia, solo entonces nos permitiremos ser libres, descubriendo que día a día el dolor es mucho menor.
- Para dejar ir lo primero que debemos hacer es aprender a aceptar: acepta que toda experiencia mereció la pena porque es vida vivida, porquequien niega y olvida no asume, no sana y no aprende. Es necesario aceptar lo ocurrido y entender que dejar ir también es crecer.
Algún día todo tendrá sentido, el dolor de ahora, el caos y la incertidumbre por dejar ir lo que antes te definía, será mañana esa puerta que te traerá cosas mucho mejores, porquerecuerda… todo ocurre por alguna razón.