Señor, me presento ante Ti con una solicitud muy especial que nace desde lo más profundo de mi corazón: Tú me concediste unos hermosos hijos, te pido para que seas Tú su amorosa guía y les des tu protección por el camino de la vida.
Padre eterno, por favor ilumina y aclara la senda de mis hijos. Enciende tu luz para que puedan ver el futuro, ayúdales a comprender y aprovechar sus habilidades y dales valor y fortaleza para superar sus limitaciones.
Acompáñalos en sus obligaciones, por favor guíalos y permite que puedan cumplir satisfactoriamente con todas sus labores.
Permite que mis hijos crezcan con alas que les den un buen vuelo, un corazón valiente que pueda amar y un alma hermosa que pueda asumir la responsabilidad de su vida y su destino.
Te suplico, amado Dios, que les des la virtud de saber elegir bien sus compañías y que puedan reconocer el amigo verdadero. Por favor aléjalos de aquellas malas influencias que causan dolor y tristeza en su vida, de los vicios que destruyen y del mal camino que condena.
Señor, te pido también que me des sabiduría y paciencia para comprender a mi hijos. Permíteme entender sus anhelos, sus motivos y sus intenciones. Dame la calma para acompañarlos en sus rabias y cambios de humor y dame la cercanía para poder celebrar con ellos sus triunfos y sus alegrías.
Por favor pon en mi mente la palabra precisa para corregirlos y aconsejarlos de manera amorosa y acertada, permíteme construir con ellos una relación de confianza y cercanía y ayúdame a marcar los límites con firmeza y seguridad.
Dios mío, mis hijos son el regalo más maravilloso que Tú me brindaste, por favor dame la vida y la fuerza para verlos crecer felices e independientes, hasta que algún día ellos puedan levantar su propio vuelo, Amén.